Luis Ignacio| Foto Mario Jiménez| Vie, 04/16/2021 – 07:35. La joven diputada Elisa Zepeda Lagunas conoce en carne propia los riesgos que entraña la lucha por la reivindicación política y social de las mujeres. Ella y su madre, mujeres indígenas mazatecas, fueron golpeadas despiadadamente y dadas por muertas en diciembre del 2014, en un conflicto político en Eloxochitlán de Flores Magón, su pueblo natal, que dejó como saldo dos personas muertas, una de ellas su hermano.
“En las comunidades rurales la situación es mucho más compleja, por esta carga de estereotipos y de roles que nos imponen a las mujeres; cuando las mujeres decidimos participar de manera activa en la política y la vida pública de nuestros pueblos se genera un ambiente peligroso y mi caso ha sido particularmente difícil porque cuando decido participar en la vida política de mi municipio fui objeto de diversos agravios, tan graves que incluso atentaron contra mi vida”.
La ingeniera en acuacultura señala que de este tamaño son las dificultades que le ha tocado enfrentar. “Aunque todos esto me ha servido para que lejos de victimizarme, busque otros espacios de participación en los ámbitos de toma de decisiones, como la presidencia municipal de Eloxochitlán y la diputación local del distrito 04 con cabecera en el municipio de Teotitlán de Flores Magón”.
En la oficina que ocupa en el edificio del Congreso, subraya que su papel como legisladora le ha dado la oportunidad de visibilizar las dificultades que enfrentan las mujeres en general al participar en el ámbito político y social.
Ataviada con una blusa mazateca bordada de aves y flores, así como vistosos listones color rosa, agradece haber llegado al Congreso estatal, toda vez que esto le ha permitido continuar con su labor en defensa de los derechos humanos, específicamente de las mujeres indígenas.
“La lucha que se da desde afuera es intensa y de tiempo completo, se cristaliza después de mucho tiempo, con mucho trabajo de coordinación entre las organizaciones de la sociedad civil, pero estar dentro del Poder Legislativo permite avanzar más rápido en lo que se cree y por lo que se lucha; aunque no es fácil, porque la estructura ha sido diseñada por y para los hombres, tiene un carácter patriarcal, por lo que nosotras remamos contra la corriente y aún así hemos logrado cosas muy importantes, con el trabajo conjunto de las compañeras”.
Zepeda Lagunas destaca que la 64 Legislatura del estado está conformada en su mayoría por mujeres, lo que ha dado fuerza al trabajo a favor de las féminas.
“Ahora el gran reto es aterrizar estas nuevas leyes o reformas legales para que estén más adecuadas a nuestras realidades, aunque en las comunidades rurales todavía hay mucha desconfianza hacía las instituciones y los propios legisladores”.
Dice que la 64 Legislatura estatal es histórica por su lucha en la igualdad de género y otros temas como la despenalización del aborto, matrimonio igualitario y la violencia contra las mujeres.
“Una mayoría integrada por mujeres en este Congreso fue fundamental para la reivindicación de nuestros derechos, lo que más nos motivó fue darnos cuenta que los compañeros legisladores se sumaban a esta propuesta y con ello se avanzó de forma significativa; hoy no solo tenemos más y mejores leyes que tratan de disminuir la brecha entre hombres y mujeres, sino compañeros conscientes de que esto es necesario para forjar una mejor sociedad”.
Promotora de la Escuela de Formación Política para Mujeres Indígenas, que funciona de manera itinerante, lamenta el olvido en que se ha tenido por siglos a las comunidades indígenas, que viven en pobreza extrema como su natal Eloxochitlan de Flores Magón y otros municipios de la Cañada.